Desde muy chica me sentí atraída por la pastelería. Me acuerdo la vez que fui a lo de mi mejor amiga a los siete años, me enseñó a cocinar y me encantó! A partir de ese momento cada vez que nos juntábamos nuestra diversión constaba en preparar galletitas, alfajores y todo lo que estaba a nuestro alcance.
Esa atracción se mantuvo intacta a lo largo de los años, recuerdo que para mi cumple numero doce pedí que me regalaran una Mini Pimer para poder practicar esas recetas que veía en la tele.
Para mis papas mi hobby no era algo extraño porque en mi familia la comida nunca pasó desapercibida. Cuando era chica mis amigas esperaban que llegara mi cumpleaños para deleitarse con las tortas que mi mamá preparaba junto a Erica, una gran persona que forma parte de mi familia desde que tengo memoria y que cocina como los dioses.
Al terminar el colegio me inscribí en la carrera de diseño gráfico, mi gran pasión al margen de la cocina. Mas allá de que me encantaba todo lo que tenga que ver con pastelería, no me veía haciéndolo de forma profesional. En mi tiempo libre probaba recetas de los libros de mi mamá y las que veía en los canales de televisión. Aprovechaba cuanto cumpleaños y evento que tenía para llevar una torta, tanto que mi familia, mi novio y mis amigas me empezaron a insistir para que vendiera pero a mi me daba terror que mi pasatiempo se convierta en una obligación.
Con el tiempo mi miedo se fue achicando, mi dedicación y esfuerzo se fueron haciendo más fuertes y así mientras continuaba estudiando, en 2013 nació Praliné Cakes.
Hoy Praliné es la mejor manera que encontré de fusionar lo que estudié con mi hobby, espero que les guste tanto como a mí.